sábado, 9 de agosto de 2008

Tiempo...



Cuando era pequeño mi mayor ilusión era crecer, y crecer deprisa. Ahora no sé si realmente ha servido de algo hacerme mayor. En ocasiones pienso que los días de mi vida han sido un engaño, casi siempre promesas, casi nunca premios.

Y recapacito sobre los días vividos y los que vendrán, el futuro, esa gran estación donde la gente pasa deprisa, sin verme. Suben y bajan, cogen trenes, autobuses, taxis… tienen donde ir, con quienes encontrarse, alguien que les espera. Yo seguiré aquí sentado… esperando.

Tengo miedo. No de la muerte porque sé que antes o después vendrá a buscarme como una noche interminable y me encontrará en esa estación. Tengo miedo del tiempo, de no tener suficiente para saber quien soy, de no hallar un sitio en mi mundo antes de dejarlo, de lo que he vivido y de lo que me pierdo.

Algunas personas que conozco se sienten desgraciadas porque pierden algo. Yo nunca he podido perder nada, porque nada tengo… bueno, sí: mi mala suerte.

No hay comentarios: