miércoles, 13 de agosto de 2008

Convivir



Estamos acostumbrados a fingir que no nos preocupan los demás, lo que dicen o lo que piensan de nosotros. Todo es una sarta de mentiras.

Cuando llega la noche y regresamos a casa, todos deseamos tener a alguien cerca. Y elegimos a las personas, las buscamos y, cuando las encontramos, nos quedamos junto a ellas, aunque en ocasiones les hagamos daño. Esas personas que se quedan con nosotros cuando el día se acaba son las que merece la pena conservar.

Conservar… y tener cerca; unas veces simplemente sentirlas cerca, y otras, la invasión de nuestro espacio personal es lo único que precisamos al llegar la noche.

1 comentario:

CWM dijo...

Unos necesitan sentir que no pierden su espacio personal. Otros están deseando llegar a casa para perder ese último recodo de libertad que parecía quedar...