sábado, 18 de abril de 2009

Conversaciones de ascensor



En algún sitio debería haber un libro con temas de conversación en los ascensores, aunque sólo fuese para pasar los pocos segundos que en ocasiones compartimos con la gente… y que se nos pueden hacer eternos.

Siempre tenemos esa obsesión con el tiempo: cuando algo va mal queremos que pase rápido, pero si estamos disfrutando deseamos que se haga eterno. Inventamos maquinarias para medir el tiempo y nos hacemos esclavos de ellas. Ponemos nombres a su transcurso: segundos, minutos, horas, días, semanas, meses… para, al final, darnos cuenta de que jamás podremos controlarlo.

Porque, cuando el Sol se oculta… siempre viene la noche. Y hay gente que todavía teme que al día siguiente el Sol no aparezca de nuevo.

4 comentarios:

MARU dijo...

El tiempo...
Rige nuestras vidas. Como tu dices, para lo bueno, para lo malo.
A veces rapidísimo, a veces inmóvil.
Pero creo que los silencios son los que hacen el tiempo más insoportblemente largo...
Buen post, un beso

Arkantis dijo...

Hola paisano...

Un ascensor donde a veces el tiempo pasa rapido,y otras cuando no te agrada pasa lentooooo.

Yo también tengo dias que temo no salga el sol..

Un besito

Paz dijo...

mejor olvidarse del tiempo, confiar que al día siguiente saldrá el sol y conversar más en los ascensores ;)
Asi sentiremos que el tiempo transcurre en su justa velocidad.

MARU dijo...

Hola, otra vez, amigo.
Vengo a invitarte a unas copitas de fino blanco manzanilla , bien fresquito, en mi blog.
Está dedicado a la Feria de Abril de Sevilla, que es esta semana.
Si te animas, podemos bailar unas sevillanas.

Te espero, Un beso.